...One night with X...

Parada frente al espejo, observándome y sabiendo que de un momento a otro ya no seré de mi propiedad, arreglándome para vos, insegura sobre si estaré bien, si te gustara... recordando tus palabras “ahora soy yo quien decide que te queda bien y que no”... esperando que suene el teléfono y tu voz me diga al oído “Vendate perrita que ahí subo”...
Una ultima mirada alrededor... me siento en la cama, me vendo los ojos, espero ansiosa escuchar la puerta abrirse... a lo lejos escucho unos pasos, varios pasos, pero nunca los tuyos que se detienen en mi puerta... espero, espero ansiosa, nerviosa, trato de que no se note, respiro profundo... y unos pasos se detienen en mi puerta... son escasos segundos que demoras en abrir la puerta, el silencio lo hace eterno... cerras la puerta, dejas tu bolso en algún lado, adivino que en la silla, y te acercas a mi, escucho tu respiración, la mía se agita... se que me observas...
Me tomas de los hombros, me obligas así a pararme, me llevas fuerte contra vos y siento tu cuerpo, tus manos aprietan mi cola, me tantean, luego me das vuelta, me siento perdida, no sé dónde esta la cama, donde esta la pared, nada... solo se que al girar me empujas, unos pasos y siento la fría pared, colocas mis brazos extendidos, siento tu cuerpo próximo, apoyándome, mientras tu boca se pierde en mi cuello, mordiéndome, besándome y tus manos aprietan mis tetas, abriendo el escote del vestido, corriendo las tiritas, apretando mis pezones, mordiendo con fuerzas mi cuello y deslizando tu mano hacia mi cultote, palpando mi sexo que estaría húmedo, jugando con el sin decir una palabra... tus dedos penetrándome, mis gemidos suaves, tímidos pero deseosos, tu risa y tu voz en mi oído “Te gusta perrita? Vas a hacer todo lo que yo quiera? Sos mía... solo mía, escuchaste?” arrancando de mis labios un “Si, soy tuya, solo tuya, podes hacerme lo que quieras que soy tuya Amo”... entonces me llevas a la cama, te sentas dejándome parada frente a vos tus manos llevándome hacia vos hasta quedar encima, sentada sobre vos, sintiendo tu sexo duro, tus manos sobre mi espalda bajando, atacando mi tanga otra vez, jugando con la humedad de mi sexo, llevando mis jugos a la cola mientras tu boca muerde mis pechos... tus dedos penetrándome, preparando mi colita para algo mejor... en un momento una de tus manos se apartan y giras, te estiras y tomas algo que seguramente dejaste mientras yo te esperaba vendada... y comienzo a sentir mientras una mano me pajea como la otra en la entrada de mi cola empieza a empujar... mi excitación crece, pero no sos vos, es algo mas... comienzo a moverme encima de vos sabiendo que no puedo acabar... pero lo siento cada vez mas dentro, empujo para que así sea, mientras te escucho respirar y siento que sonreís contento de que tu perrita este portándose bien... sabes que en unos minutos no voy a poder controlarme mas así que empujas con fuerza y un gemido se escapa de mis labios, te acercas a mi oído y decís “ya esta perrita, ahora vamos a ir a cenar y nadie excepto yo va a saber lo puta que es mi perra”... me quitas de encima tuyo, sacas mi venda y me sorprendes con un beso...

A cenar se ha dicho...